La economía latinoamericana crecerá un 2,3 % en 2022, estimó la Conferencia de la ONU para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD), que bajó tres décimas sus perspectivas para la región con respecto a las calculadas hace seis meses, debido a los efectos negativos de la guerra de Ucrania en el panorama global.
Los efectos de la subida de precios en combustibles y alimentos podrían sin embargo beneficiar a naciones exportadoras de materias primas como Argentina, y en este sentido, el informe revisó al alza el crecimiento esperado para el país del Cono Sur, del 2,9 % calculado en septiembre al 4,6 % en el informe publicado.
El estudio de previsiones también subió el porcentaje de crecimiento esperado para Centroamérica y el Caribe (del 2,9 % de hace medio año al 3,5 %), pero bajó un punto y medio sus perspectivas para México (del 2,8 % al 1,3 %) y redujo en medio punto su previsión para Brasil (del 1,8 % al 1,3 %).
«Aunque las cifras de crecimiento se reducirán sustancialmente con respecto a los niveles logrados en la fase de rebote de la pandemia (buena parte del año pasado), los exportadores de energía y materias primas, importante parte de la producción regional, seguirán teniendo crecimientos que compensen la situación», destacó el informe.
Argentina, México y Brasil con bajo consumo
UNCTAD analizó que el consumo en tres de las principales economías regionales, Argentina, México y Brasil, sigue manteniéndose por debajo de los niveles previos a la pandemia, mientras que en otros ha habido fuerte recuperación, caso de Chile y Colombia.
Por otra parte, el rebote del mercado de materias primas en el pasado año ha propiciado la recuperación de las inversiones en Brasil, Argentina, Perú y Chile, después de la caída de 2020, indicó el estudio de UNCTAD.
Éste alerta sin embargo de la fuerte desaceleración que podría producirse en Brasil, «debido a un extremo endurecimiento de su política monetaria» y también posiblemente en Argentina, bajo la presión de la deuda externa.