El tipo de cambio es el precio de una divisa medida en la moneda de un país, es decir, la tasa a la cual se intercambian ambas monedas. Lo más usual es medir el tipo de cambio contra el dólar americano por tratarse de una moneda de intercambio internacional. Así, un tipo de cambio más alto implica que habrá que pagar más moneda local para conseguir un dólar.
Como cualquier otro producto o precio en la economía, el tipo de cambio se determina por oferta y demanda: si hay más personas que quieren comprar dólares que las que quieren venderlo, entonces el precio del dólar sube. Por el contrario, si más gente quiere vender que la que quiere comprar, el precio del dólar bajará.
Quienes venden dólares son, en primer lugar, los exportadores, que venden sus productos en el exterior, obtienen dólares y los ingresan a la economía de un país. En segundo lugar, los inversores extranjeros que compran activos en moneda local, como la compra de una empresa o un préstamo en dólares. En tercer lugar, los turistas extranjeros.
Al contrario de lo que ocurre con la venta de esta moneda, los dólares los compran los importadores que necesitan pagar la mercadería que traen del exterior y las personas que compran activos externos como acciones o bonos. Otro agente que compra dólares lo conforman los turistas que viajan al exterior.
Imaginemos que hay un exceso de demanda de dólares en la economía: en ese caso, el precio del dólar subirá y, como resultado, mucha gente decidirá comprar menos billetes verdes. Esto, a su vez, generará que en un mediano plazo una depreciación de la moneda que reducirá las importaciones y hará más caros los productos extranjeros.
La ventaja de tener un tipo de cambio alto es que hace a la economía más competitiva en precios y se favorece a la producción nacional, dado que los productores de bienes que se pueden exportar e importar tienen más posibilidades de vender su producción en el exterior.
Por lo tanto, entre los distintos sectores productivos, quienes más se benefician son aquellos que pueden exportar su producción. En cambio, se perjudican aquellos sectores que solamente venden su producción en el mercado interno porque el menor nivel de salarios lleva a un menor consumo.
Ante una devaluación del dólar, los precios que más se modifican son los de las commodities, es decir, aquellos cuya cotización está fija en dólares en el mercado internacional. Es por eso que los granos, la leche, la carne, el petróleo y los minerales muestran fuertes aumentos.
Impacto del dólar en la economía
El Perú, al ser un país que se caracteriza por importar insumos, ve que ante el incremento del dólar los precios de los productos afectan el presupuesto de la canasta familiar como el pollo, el aceite, el pan, lácteos, entre otros.
A nivel macro, las empresas que importan sus insumos, al ver que sus costos incrementan, tendrán que elevar los precios a sus clientes, y si en algunos casos no pueden, verán perjudicada su rentabilidad. En otros casos, si aumentan el precio a sus bienes finales, podrían ver disminuidas sus ventas, lo cual también afectaría en su rentabilidad.
En el Perú si la moneda estadounidense sube mucho, las personas y empresas que tienen deudas en dólares y cuentan con ingresos en soles se verán afectadas ya que tendrán que pagar mucho más por cada cuota de sus créditos.
En el caso de las mypes, estas se ven directamente afectadas porque ante la gran volatilidad del dólar los precios de sus productos también son cambiantes.
Como vemos, el tipo de cambio es fundamental en el rubro del comercio internacional dado su impacto en la balanza comercial. A algunas personas les conviene que suba el tipo de cambio por parte de los exportadores y en contra por el lado del sector importador.
La razón por la cual al sector exportador le conviene una depreciación de la moneda local es porque sus productos se abaratan en el mercado externo y, con ello, ganan competitividad para atraer mayor demanda y aumentar su producción. Además, porque sus ingresos son en moneda extranjera mientras que sus costos suelen ser en moneda local.
En cambio, el sector importador prefiere que se aprecie la moneda local ya que con la misma cantidad de dinero doméstico puede adquirir más productos provenientes del extranjero ya que consigue comprarlos más barato.
Dentro de una economía, los cambios en los precios de los bienes y servicios importados tienen un efecto directo en el índice de precios al consumidor. Por ejemplo, una apreciación del tipo de cambio suele reducir el precio de los bienes importados de consumo y las materias primas, ya que muchas de estas se cotizan en dólares.
En cuanto a las exportaciones, un tipo de cambio más alto dificulta las ventas en el extranjero debido a un aumento de los precios. Si las exportaciones se desaceleran los exportadores pueden optar por recortar sus precios, reducir la producción y recortar los niveles de empleo.
Asimismo, si la moneda local pierde valor frente a otra, los precios de los bienes comprados del exterior aumentan. En consecuencia, este aumento impacta en los costos de producción de una empresa, y, como es de esperarse, se traduce en un aumento en los precios que se producen y se ofertan en el mercado local.
El impacto en el empleo
Una apreciación del tipo de cambio provoca un crecimiento más lento del PIB real debido a una caída en las exportaciones y un aumento en la demanda de las importaciones.
Por otro lado, una reducción de la demanda y la producción puede provocar la pérdida de puestos de trabajo a medida que las empresas buscan controlar los costos.
Como vemos, un tipo de cambio más bajo puede tener un efecto negativo en la economía, pues algunas industrias están más expuestas que otras a las variaciones de las monedas, como por ejemplo sectores en los que se exporta un alto porcentaje de la producción total y donde la demanda es muy sensible a los precios.
